Hace un tiempo que no actualizaba el blog. De hecho, hace un tiempo que no salíamos por ahí. Almudena está entregada al estudio y no quiere hacer otra cosa. Hoy la dejamos en casa y nos fuimos a Kamakura.
Un día primaveral en el que la gente buscaba los primeros cerezos o ciruelos en flor para constatar haber sobrevivido a otro invierno.
Y hasta la playa tenía vida. Mucho surfista de asiento, de los que se sientan en la tabla y se dejan llevar. Pero surfistas al fin y al cabo. Imagino que el agua, helada.
La imagen de Buda está bien y estando en Kamakura hay que ir. Pero hay sitios mejores. el interior es curioso y probablemente la entrada vale lo que cuesta (20 yenes) pero no mucho más.
Los paseos y templos estarán en pleno esplendor la próxima semana. A ver si volvemos.
Los estanques deberían estar ya limpios…
Y el tren recuperado del accidente de hoy. Aquí la estación de Hese momentos antes de que nos dijeran que el servicio estaba suspendido.
Desde el autobús las cosas se ven diferente.
Y es que esto es, sin duda, Japón.
